Cortador

a ver si adivinais que es


Si en mi infancia había algo no animado digno de mi admiración, sería el cortador, ese aparejo de charcuteria que verdaderamente me seducía, su color plateado, su sonido, que a mi no me parecía distorsionado y por último esa suavidad en su uso, esas lonchas que salían perfectas y quedaba aparentemente limpio, me preocupaba como podía cortar algo tan liso con tal perfección, no lo entendía, su inventor un genio, yo un pobre niño que iba feliz a la charcutería con ese viejo recuerdo de que nos dieran un trocito de queso para probar, que melancolía, cuanto tiempo sin admirar un aparejo como ése, cuanto tiempo sin decirlo a nadie, pero es cierto, me gustaba el cortador.



aquí el invento en cuestión

Teología

Popularmente se nos ha enseñado en creer en un Dios, o una fuerza, o una efecto superior, pero uno que se pregunta estupideces a menudo pregunta: ¿Una sola cosa?, como que no me cuela, un servidor cree en los principios físicos bastante y sobretodo, en el tema del equilibrio y la acción-reacción de las fuerzas. Intentaré mostrarlo de manera más coloquial para aquel que aún tenga dudas ( y así aprovecho para alargar mi texto...), pongamos por caso la fe cristiana ( pongo esta porque es la que mejor conozco ), entonces, la fe cristiana cree en un solo Dios, y según ellos está hecho a imagen y semejanza del hombre, y ahora pensemos, ¿un hombre sería lo bastante equilibrado para conseguir no castigar nunca a los que no alimentaran su ego? la respuesta es NO, y lo plantearemos desde otro punto de vista cristiano ( esos años en las monjas que bien me sirvieron), en vez de pensar que Dios piensa como un hombre, pongamos que piensa como un ser justo, entonces, ¿ porque iba a permitir que las desgracias cayeran sobre gente justa y creyente?, pues bien, aquí tenemos la solución: En el plano superior de existencia, deben existir como mínimo 2 fuerzas que se equilibren una a otra y establezcan limitaciones, en el momento que no sea así el universo desaparecería por el efecto de una sola fuerza.

Quizás os ha sonado a chino y no os guste, pero, aunque mal expuesto, es la justificación de mi más que firme politeismo.

*Sustituyase Dios por el término que se desee a lo largo de todo el texto